¿Eres de l@s que tienen todo organizado y planificado para 1 mes e incluso más meses? ¿Ya sabes lo que harás el fin de semana de pascua de resurrección estando en diciembre? ¿Anotas todos tus pendientes, incluyendo los personales y los laborales? ¿No estás tranquil@ sin una agenda, planner o tu calendario del celular con miles de alertas? ¿Te perturba llegar tarde o que la gente se atrase? ¿A veces sientes que en las reuniones se pierde más tiempo del que se gana?
Si tienes 3 o más síntomas, definitivamente eres una persona muy organizad@, lo que no es malo, siempre y cuando puedas vivir sin estrés, aún cuando las cosas no salen como tú esperabas. Ser organizad@ es clave para muchas tareas de la vida, no solo las laborales, donde la planificación es primordial para lograr un buen desempeño, sino que, también, en la vida personal donde es clave conocer nuestras capacidades y debilidades para lograr todos nuestros objetivos.
Ser organizad@ y “tener todo bajo control”, nos da la sensación de que la vida es más fácil e, incluso, podrás sentir que obtienes mejores resultados en el día a día. Pero, seamos honestos, ¿qué tan organizados podemos ser o mejor dicho “deberíamos ser” en un mundo tan globalizado?, donde la inmediatez se ha vuelto el pan de cada día siendo un objetivo primario. Todo es para ayer y siempre sentimos que no tenemos tiempo para hacer todo lo que queremos o necesitamos. Nos atrapa el día a día y, así, lo urgente se come lo importante. Ante este escenario, lo mejor es lograr un buen equilibrio entre lo organizado y lo espontáneo, ya que a veces no es malo dejarnos llevar y ver si la vida, amigos, familia, hijos etc. nos sorprenden con algo improvisado o con algo que puede hacer la diferencia en nuestra rutina.