¿Cuántas veces hemos estado en el
colegio, universidad o trabajo, a media tarde deseando estar en nuestra cama
para tomar una siesta? Dormir debe ser de los pocos placeres que se puede
disfrutar de forma gratuita y constantemente, sobre todo cuando estamos
cansados o con poca energía. Incluso, en
algunos lugares de nuestro país y a lo largo del mundo, existen pausas
permitidas para que la gente recargue energías a través de la tan anhelada
siesta.
Bajo este punto es que nos
preguntamos, ¿será realmente bueno tomar una siesta entre nuestras actividades
diarias?, según un artículo publicado por Nature
Neuroscience,
Mednick
“tomar una siesta no sólo reduce el riesgo de cometer errores en el trabajo,
sino que aumenta el rendimiento laboral en un 30%” y,
por
si fuese poco, tiene una infinidad de beneficios como retrasar el
envejecimiento, mejorar la vida sexual, reducir el riesgo de
diabetes, entre otros que te contamos a continuación:
- Mejora tu vida
sexual: ayuda a mejorar las alteraciones que provoca la falta de sueño en
la vida sexual.
- Retrasa el
envejecimiento: según algunas investigaciones, tomar una siesta como parte
de tus horas de sueño puede mejorar tu piel y otros tejidos.
- Es un buen aliado
para perder peso: está comprobado que estimula la producción de la hormona
del crecimiento, que a su vez disminuye la acumulación de grasa en nuestro
cuerpo.
- Incrementa la
velocidad de respuesta en el movimiento: Harvard realizó una investigación
que observó a guitarristas, pianistas, atletas y bailarines, y obtuvo como resultado que la velocidad y habilidad en los movimientos aumentan en aquellas personas que tienen un sueño reparador durante la noche, sumada a una siesta durante el día.
- Eleva capacidad en la
toma de decisiones: según un estudio que evaluó a pilotos que tomaban una
siesta de forma regular, se pudo detectar que los que dormían siesta, tenían
una mayor capacidad para prevenir futuros errores y, por ende, tenían mayor capacidad de reacción.
- Reduce el riesgo de
diabetes: La falta de sueño aumenta los niveles de insulina,
convirtiéndose en un factor que puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.
Incluso dormir después de comer es una defensa importante porque controla los
azúcares de tu cuerpo.
- Estimula el sueño
nocturno: pese a que muchas veces pensamos que dormir en la tarde puede
interferir en un buen descanso nocturno, tomar siestas regularmente, permite que la sobrecarga de cuerpo y mente disminuya, logrando que durante la noche podamos alcanzar de forma más rápida el sueño.
¡Como podrás
ver,
tomar una siesta,
además
de ser un placer gratuito, es
excelente para nuestra mente y cuerpo!
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